Lleva poco, pero ya enseña la patita.
Despreció a tu rival en la rueda de prensa previa al partido. Desde su fanatismo, cree que su forma de jugar es la única válida, crítica al rival.
Pero es que además olvida que su mayor aportación al Barça es convertirlo en una máquina de hacer faltas.

Y después el clásico donde dije digo digo Diego.

A partir de ahora los jugadores que terminan contrato saben que las amenazas y chantajes del Barça son un farol.
Ver un pique entre Xavi y Simeone es simplemente maravilloso.